Autobús del Regreso
CAPRILES RADONSKI: VIENE EL TIEMPO DE LA SEGURIDAD Y
TRANQUILIDAD
Aragua, 31/08/2012
Este viernes, el Autobús del Progreso hizo una parada en el estado
Aragua para llevar su mensaje de esperanza, progreso y futuro a los vecinos
de las poblaciones de Las Tejerías, El Consejo, La Victoria y San Mateo,
pueblos donde el candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, reiteró
su compromiso con la vida y tranquilidad de todos los venezolanos. Aseguró
que el sueño de todos los venezolanos piensen como piensen es caminar por las
calles y no sentir miedo, salir de noche y tener la tranquilidad que no van a
ser víctimas de la violencia.
Desde La Victoria,
Capriles Radonski aseguró que el 7 de octubre no se trata de cambiar
simplemente un Presidente, se trata de construir un modelo y un camino, donde
todo el esfuerzo de los aragüeños y venezolanos esté orientado a solucionar
los problemas que realmente afectan al pueblo. “Quienes caen producto de la
violencia son jóvenes, las cárceles están llenas de jóvenes. La revolución
que lleva 14 años, no hizo nada por sacar a estos muchachos de la violencia.
Ustedes saben que con este Gobierno no hay posibilidades de tener seguridad.
Mi compromiso es un camino en el cual defendamos la vida y ese camino quiero
que lo Construyamos juntos. Viene el tiempo de la seguridad y tranquilidad”.
Capriles Radonski insistió que para que los venezolanos caminen
tranquilos hacia el progreso, es necesario fortalecer la educación y crear
millones de empleos con calidad. “Hoy queremos comprometernos con ustedes en
activar los parques industriales del estado Aragua. En la Venezuela del Progreso
tendremos empresas que generen muchos empleos para combatir el problema de la
inseguridad y para lograrlo se acabaran las confiscaciones y expropiaciones.
Este proceso del 7 de octubre marcará el rumbo del país en los próximos años,
si queremos un Gobierno al servicio del pueblo o un pueblo al servicio del
Gobierno. Eso marca la diferencia”.
A partir del 7 de octubre seremos una sola Venezuela. Dejaremos atrás
a quienes promueven el conflicto y tratan de dividir al pueblo. Venezuela
necesita el esfuerzo de todos. Aquí se trata que cada quien pueda expresar
sus ideas y sus creencias religiosas. Viene un Gobierno justo, de amor y sin prejuicios
para Venezuela. Estamos a pocos días de abrir la puerta del futuro, de lo
grande y bonito que viene para Venezuela”.
“El mandado no está hecho aún,
tenemos que hacerlo el 7 de octubre. Invitemos a todos a la construcción de
esta Venezuela que queremos. Ese futuro está a la vuelta de la esquina.
Tenemos que ir planificando todo los que queremos”.
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Hacia la tranquilidad de ayer
SECUESTROS DE PERIODISTAS
Y VIOLENCIA POLICIAL
Caracas, 4 de febrero 1976
En sesión solemne el Congreso de la República ha
conmemorado el aniversario de la Constitución Nacional.
Allí, en el recinto parlamentario, se dieron la mano Pompeyo Máquez y Luis
Augusto Dubuc, a quienes cupo el honor de integrar la comisión que
acompañaría al Presidente Pérez desde el Salón Elíptico hasta la Cámara del Senado, ambos
perseguidos de Pérez Jiménez en los años que precedieron al 58. El segundo,
perseguidor implacable del primero al inicio
de la década del sesenta, cuando aún no se había perfilado la “paz
democrática” que conduciría a los perseguidos de ayer a convertirse en aval
de la “democracia” de sus perseguidores. Ambos congresistas estarían allí el
23 de enero de 1976, silenciando con los mismos fines la inutilidad de una
Constitución pisoteada.
El 20 de enero del 76, cuando
estos guardianes de la
Constitución preparan sus pomposos discursos, a pocos
metros del Congreso, en una de las avenidas más concurridas de la ciudad, dos
hombres armados irrumpen violentamente contra una periodista, le arrebatan
sus papeles, la atropellan en presencia de un público que observa con ojos
incrédulos, y la obligan a empujones a introducirse en un auto, sin otra
explicación que la violencia, amparada bajo un solo término que lo encubre
todo: la policía, los “cuerpos de seguridad” del Estado. Un grito de alerta
–denunciando el secuestro, la violencia policial- alcanza a herir la calle
antes de que el auto escape…
A pasos precipitados la
ofensiva policial va creciendo ante un parlamento mudo, una prensa muda, una
opinión amordazada. Y en medio de este confuso silencio nadie parece oír el
“Dramático llamado” (publicado como remitido porque no hubo para aquella
fecha, 23/12/75, un diario que tuviese la valentía de recogerlo) de una
esposa desesperada que denuncia ante el Presidente de la República, ante el
Fiscal General, ante el Congreso, que su esposo, luego de tres días de
desaparecido por un cuerpo policial, fue hallado detenido y víctima “de
horrendas torturas: lo han enterrado vivo en el sector de La Mariposa, lo han
lanzado atado a la misma represa, le han colocado bolsas plásticas en la
cabeza para asfixiarle…” Y agrega que el solo delito de su marido es “haber
pertenecido al movimiento revolucionario en la década del sesenta”.
Todo esto ocurre aquí y ahora
en la Venezuela
“democrática” de 1976, “Año de la Constitución”, año de la oposición domesticada.
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martes, 2 de octubre de 2012
Autobús del regreso
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