Síntesis del artículo publicado el
17/09/2012 por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia (www.eln.voces.com/)
MANIPULACIÓN DE LA VERDAD
El pueblo colombiano es uno de los que más golpes y
humillaciones ha recibido en Latinoamérica de parte de la oligarquía, en medio
del silencio o tergiversación de la verdad de medios de información sobre la
crisis humanitaria y las causas del conflicto social y armado que padece
nuestra patria.
Para darse cuenta de eso solo hay que mirar la historia y
el presente.
Detrás de las muertes, represión, robo y corrupción que es
la constante a lo largo y ancho de nuestro país y durante toda su historia,
están grupos paramilitares que siempre han existido de la manos de los
terratenientes, las fuerzas militares del Estado defensoras del sistema de
explotación y opresión capitalista, las empresas transnacionales, la oligarquía
criolla y sus medios de comunicación cumpliendo el papel ideológico de generar
confusión y afianzar las ideas dominantes sobre la sociedad.
Los medios crean sentimientos de esperanza en el orden
establecido y resignación ante las privaciones; imponen en la opinión nacional,
como lo conveniente para el país, lo que sirve al interés de la elite
dominante. Durante varios años se aterrorizó a los colombianos con el comunismo
vestido de Satán y últimamente con el terrorismo.
Por estos días que se posesionó en la agenda del país la
paz, algunos editorialistas, columnistas y noticieros funcionales a la elite
dominante enfilan el poder mediático a imponer un concepto de paz que
condiciona la existencia de ésta y la desaparición de la violencia a la
desmovilización de la guerrilla, olvidando deliberadamente las causas
originarias y que alimentan el conflicto, pasando por alto el hecho que la
guerrilla surge y se mantiene como respuesta y expresión de la injusticia
social, la infame distribución del ingreso nacional, la falta de democracia
real y la represión oficial; pasando de largo y no aludiendo a los otros
factores más violentos como son el para- Estado, el terrorismo de Estado y la
delincuencia común.
¿Como pretender construir la paz sin cambiar las causas que originaron el conflicto social y armado, sin tocar las políticas que profundizan aquellas, que impulsan y generan factores la violencia?. Es una utopía que lo que hace es prolongar el conflicto y complejizarlo con el surgimiento de otras nuevas expresiones, como el narcoparamilitarismo, la parapolítica y los carteles de la corrupción.
Aquella postura política sirve a los intereses de quienes se oponen a que el país cambie, la ultraderecha no quiere la paz porque la guerra le proporciona grandes dividendos económicos y poder político; está en contra de la mayoría de los colombianos que reivindican y reclaman a gritos los cambios que necesita el país en lo económico, político y social, los cambios son los que van a permitir que se llegue a la paz dentro de un proceso y como condición para que sea estable y duradera.
La paz que conciben e impulsan está condicionada a la
eliminación de la oposición política que se resiste a seguir viviendo los sufrimientos
y las privaciones de las mayorías.
Esta paz que no es paz, se llama pacificación, que
significa incremento de los asesinatos por el terrorismo de Estado, represión y
criminalización de la protesta social; colectivización del miedo y del
terror que entierre las iniciativas populares y la esperanza de un mejor vivir;
sin un pueblo consciente que reclama justicia, libertad y democracia real.
Las mayorías del país no se deben dejar confundir por la
máquina mediática y su persistente ofensiva dirigida a vender una idea de paz
que se aparta de la solución de los problemas de país y de la terminación real
del conflicto interno.
Continúa ofensiva del ejército colombiano contra zonas rurales y guerrilleras |
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