jueves, 11 de septiembre de 2014

¿OSAN PENSAR EN VENEZUELA LOS COMUNICADORES?



En  el XXXVIII aniversario de muerte de Mao Zedong 

   

Tres años  habían transcurrido desde el fallecimiento del gran líder Mao Zedong cuando llegamos a China en noviembre de 1979, para trabajar en la Agencia de Noticias Xinhua. Estábamos aún bajo la influencia de aquel conmocionado año 1976, cuyos sucesos harían historia: muerte de otros dos grandes dirigentes, Zhou Enlai y Zhu De, forjador este último del Ejército Rojo y partícipe de la Gran Marcha; repercusión internacional de la campaña desplegada en la prensa china alertando sobre la presencia de “un viento derechista”, campaña seguida por la destitución de todos sus cargos  del “obstinado seguidor del camino capitalista dentro del Partido”, quien no era otro que Deng Xiaoping, promotor de aquella marea derechista; mensaje del Comité Central del PCCH ratificando que proseguiría la “Gran Revolución Cultural Proletaria”  y se mantendría el principio de tomar la lucha de clases como clave, decisiones éstas que serían en pocos días revocadas para dar paso a la destitución del equipo dirigente de la Revolución Cultural, seguida de una campaña de desprestigio en su contra.
Menos de un año después (julio 1977) Deng Xiaoping es restituido en todos sus Cargos, incluyendo el de jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de Liberación.  Un mes más tarde, en reunión del CC del Partido, se da por terminada la Revolución Cultural.
Nuestra llegada a Beijing coincidió con el estudio en todas las entidades políticas de un documento programático de largo alcance: el discurso del Presidente de la Asamblea Popular Nacional, Ye Jianying, con motivo del XXX aniversario de fundación de la República Popular China. Su esencia: dar por terminada la lucha de clases, desplazando la acción hacia el desarrollo de las fuerzas productivas. Se echaba así por tierra la línea de Mao Zedong. El dirigente chino sostuvo que la lucha de clases debía mantenerse durante todo el período de construcción socialista, pues las clases derrocadas pugnaban por recuperar terreno e incluso estaban enquistadas dentro del Partido.
Frases como “gran timonel”, “gran mando supremo” y otras que endiosaban a Mao Zedong habían desaparecido de las publicaciones chinas y observábamos una sonrisa irónica en nuestros compañeros de trabajo cuando nos deteníamos en algún viejo artículo que las contuviese. Formaban parte de un culto erróneo y debían erradicarse.

Atreverse a pensar
Quienes hoy en Venezuela tienen la responsabilidad de la comunicación e información deberían profundizar sus conocimientos históricos y su formación política. Es irresponsable que en una nota, publicada en la prensa oficial bajo el sello del Ministerio para la Comunicación e Información, conmemorando el aniversario del fallecimiento de Mao Zedong, se le mencione como “autor del Libro Rojo” y “Gran Timonel de la Revolución Cultural”.
Deseamos precisar a la Ministra de esta Cartera, clave en la formación de opinión pública y de las nuevas generaciones de venezolanos, conjuntamente con el Ministerio de Educación, que el llamado “libro rojo” es una compilación de citas extraídas de diversas obras del dirigente chino y utilizadas durante el decenio 1966-76 como mágica panacea para resolver todos los problemas. Es absurdo publicitar que Mao Zedong fue “autor del libro rojo”.

Gran número de escritos que han contribuido al desarrollo de la teoría revolucionaria dejó el dirigente chino. Para la fecha de su fallecimiento se encontraba en preparación el V Tomo de sus Obras Escogidas, el cual vio la luz en marzo de 1977 y recoge escritos de 1949 a 1957. No tenemos conocimiento de que se haya continuado la publicación de sus obras.
Como es sabido, el líder chino logró una acertada combinación entre la práctica y la teoría revolucionarias, vivencias que plasmó en ensayos, discursos e intervenciones escritas en un lenguaje sencillo, asequible a las mayorías. De allí los estrechos vínculos con su pueblo. El giro hacia un culto casi religioso a su persona fue obra de algunos de sus allegados, quienes pretendían utilizar su prestigio con fines propios (1)

Sugerimos a la ciudadana Ministra de Comunicación en Venezuela hojear estos volúmenes, aunque sea someramente. Encontrará allí, sin duda, la insistente exhortación de Mao Zedong: “¡Atreverse a pensar!”, tan opuesta al cómodo recurso  de “corte y pegue”,  importado con internet. 

Y esto va también con quienes se ocupan de las columnas de “Efemérides” y de crear opinión. En la prensa oficial (tomado de la “Agenda Cultural Encontrarte”, 9/9/2014) leemos este adefesio al conmemorar la muerte  de Mao Zedong: “Bajo su liderazgo, el Partido Comunista  llegó al poder en la China continental en 1949, tras la victoria en la Guerra Civil contra las fuerzas de la República de China”.
¡Pobre formación la de los educandos venezolanos si recurren como apoyo a medios impresos o digitales emanados de esferas oficiales!

Quienes tienen a su cargo la información y la obligación de revisar su contenido deberían saber   que China es una sola. Al hablar de “la China Continental” cuando aluden a la República Popular China, o a “La República de China”  para referirse a Taiwan, están demostrando una supina ignorancia y deberían regresar a las aulas escolares.  Más grave aún es desconocer contra quiénes se libró durante años la Guerra Popular de Liberación en China,  hasta la toma del poder en 1949.

¡Investiguen, señores comunicadores!

 (1) Cfr. La deificación de Mao Zedong y sus consecuencias, en  China: la lucha no ha cesado, Irma Barreto, UCV – EBUC,  colec.  Rectorado, Caracas, 1990.

irbami@cantv.net

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