EEUU DISPUESTOS A SOMETER A LOS ROJOS EN VENEZUELA

 A continuación un documento que arroja esclarecedora luz sobre la política de Estados Unidos hacia Venezuela y,  por extensión,  también hacia el resto de América Latina:

¨    Unidades de infantería de marina son puestas en estado de alerta

Es posible que Estados Unidos envíen infantes de marina a Venezuela en los próximos sesenta días, para prevenir una subversión castrista comunista en ese país.

La grave decisión de usar la fuerza de las armas, si es necesario, para contener el avance de la dominación roja en América Latina, fue tomada por el presidente de EEUU, según se ha sabido de una fuente muy vinculada al Pentágono.

Aunque la nueva política oficial se aplica a cualquier república del sur que se vea amenazada de copamiento por parte de elementos subversivos, Venezuela es hasta ahora la única nación con respecto a la cual se ha encarado una planificación activa.

Tal planificación incluye una agenda precisa, ya en cumplimiento. Sus etapas sucesivas son:

<> Colocar en alerta parcial dos regimientos de infantes de marina con experiencia de combate.

<> Poner a estos regimientos en alerta total (en vigor a partir de determinada fecha).

<> Desplazar a estos regimientos, ahora estacionados en Quantico, Virginia, hacia el área de la base aeronaval  de Pensacola, Florida, con equipo completo de campo.

<> Aerotransporte de infantes y equipos a la isla de Vieques, en el extremo oriental de Puerto Nico, a 50 minutos de avión a reacción de la ciudad de Caracas.

<> Invasión aerotransportada en escala total, apoyada mediante cobertura aérea masiva y complementada con paracaidistas si es necesario (sólo en caso de que los elementos procomunistas realmente logren el control de organismos o instalaciones claves y las fuerzas armadas venezolanas resulten incapaces o no decididas a impedirlo).

Las condiciones que requerirían el cumplimiento de las dos últimas etapas son ahora evaluadas en los altos círculos de Washington, asignándoseles probabilidades del 60-40 y del 50-50 por ciento.

El autor de esta nota es THIER WALDO, corresponsal especial latinoamericano del Denver Post, periódico que la publicó a toda página en su primera plana el 30 de octubre de 1963, reproducida en la edición estadounidense de Monthly Review, febrero 1964, y en la edición en español de la misma revista, Año 1, N° 8, abril 1964, pp.35/37.

Si a nadie sorprende la inveterada actitud intervencionista del país del norte, el elemento lastimoso es que 40 años después de tales amenazas y de sangrientas intervenciones de EEUU en diversos lugares del planeta, sean venezolanos quienes pidan de rodillas al coloso agresor que intervenga en su país.

Irma Barreto @IrmaBarretoM · 18 h

¡Condenamos torturas y humillación al estudiante Xavier Beckles!

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Día de la madre: culto a estadounidense muerta hace un siglo

Hace cien años, en 1906, a una estadounidense se le ocurrió conmemorar un domingo de mayo el aniversario de la muerte de su progenitora. Años después, en 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como Día de la Madre.

A partir de entonces, uno a uno, decenas de países, incluido Venezuela, se han plegado a tal conmemoración, sin importarles que el origen sea ajeno a sus valores vernáculos.

Otros han escogido fechas distintas para festejar este día, entre ellos Bolivia donde se conmemora cada 27 de Mayo la heroica resistencia de las mujeres de Cochabamba, quienes organizadas por la ciega Josefa Gandarilla se enfrentaron a los ejércitos realistas durante la Guerra de Independencia en 1812. Aquel episodio, donde cientos de mujeres bolivianas ofrendaron sus vidas en la célebre colina de la Coronilla, es recordado desde 1927 como el Día de la Madre Boliviana. No es, pues, el segundo domingo de mayo una fecha universal, ni país alguno tiene derecho a imponerlo.

A decir verdad, si queremos liberarnos de la vacuidad de tantas y tan simiescas celebraciones que convierten algunos días del calendario en desenfrenada competencia mercantil, debiéramos comenzar por eliminarlos en la misma medida en que cimentemos auténticos valores en las nuevas generaciones.

Pero extraerlos del calendario escolar no será tarea inmediata, por lo cual proponemos que, en lugar de continuar practicando en Venezuela el luctuoso rito por una difunta estadounidense, al menos se rinda homenaje en nuestro país a una mujer que se haya identificado con las luchas del pueblo, librado batallas por transformar la realidad social, forjado en sus hijos sentimientos de solidaridad, de rebeldía frente a los opresores, de dignidad ante el atropello infamante, de heroísmo para izar las banderas del combate; en fin, una mujer que lejos de sumergirse en pasivo dolor cuando las fuerzas represivas encarcelaron, maltrataron y asesinaron a sus hijos, se haya erguido con valentía y heroísmo, como en La Madre,  de Máximo Gorki, recorriendo cárceles, trazando a otras el sendero de la solidaridad o sufriendo prisión ella misma sin arredrarse ni doblegar su espíritu.

No sólo estas mujeres de temple excepcional, emblemáticas en Venezuela, constituyen ejemplo. Están las luchadoras cotidianas, las que se esfuerzan día a día para formar solas a sus hijos, convertidas en heroínas anónimas.

En abril de 2006 el Semanario TEMAS Venezuela dio cabida en sus páginas a este mismo artículo bajo el título “¿Seguir practicando el luctuoso rito norteño?”. A la vez se hizo eco de nuestra propuesta de recoger opiniones y firmas para solicitar ante la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela que en el calendario venezolano se sustituyese la fecha que ocupa una ignota estadounidense por la de una Madre venezolana que hubiese asumido directamente su participación en la lucha, clandestina o abierta, contra los opresores. En aquella ocasión sugerimos el nombre de alguien que jamás ahogó en lágrimas o en pasividad las afrentas de la opresión, sino que, altiva y solidaria, se mantuvo en la vanguardia de las luchas, transmitiendo su impulso a quienes se quedaban en quejas. Esa mujer fue Magdalena Negretti (1915-2001).

Obvia decir que ésta, como otras propuestas nuestras, quedó sepultada en el silencio por parte del Instituto Nacional de la Mujer y otros organismos competentes. En las altas esferas oficiales siempre han hecho mutis ante lo absurdo de permanecer anclados a la fecha trazada por una dama gringa para rendir homenaje a su difunta madre. En actitud simiesca los dictámenes del norte siguen siendo obedecidos.