Este sábado siete de diciembre, a los noventa y dos años
de edad, dejó de existir en Caracas
Josefina Ernst, pionera en las luchas por los derechos de la mujer y por el
establecimiento de una Venezuela democrática.
En pleno
desarrollo de la Segunda Guerra Mundial se constituye en Caracas la Agrupación
Cultural Femenina (ACF) cuyo objetivo esencial era la convocatoria a un
Congreso de Mujeres. A la vez, en Venezuela se vive un período de efervescencia
política luego de las tinieblas de la dictadura gomecista. Durante el proceso
de elección de concejales y de diputados a las Asambleas Legislativas en el Distrito Federal y en algunos Estados,
las mujeres deciden lanzarse a la calle para incitar al voto a la población masculina,
pues las mujeres carecen de tal derecho. Ello no es óbice para que se integren
a las luchas, ya como militantes de los partidos de avanzada, ya como
independientes. En esta actividad estuvo Josefina en primera fila con otras
coétaneas o que le aventajaban en edad: Ana Senior, Josefina Juliac, Carmen
Clemente Travieso, Ana Luisa Llovera, Eumelia Hernández, Carmen López
Obediente, Mercedes Fermín, María Teresa Castillo, Antonia Palacios, Mercedes
Lobatón, Alida de Planchart y muchas
otras, sin desligarse de la participación masculina, entre quienes Josefina
siempre recordó a Salvador de la Plaza, Rodolfo Quintero, Ricardo Martínez,
Miguel Moreno, Germán Tortosa, José Antonio Mayobre.
Josefina Ernst
fue designada como representante al Congreso de la Juventud por la Victoria,
celebrado en México, donde se abogó por el fin de la guerra. A su retorno al
país, participó con las demás integrantes de la ACF en ciclos de charlas sobre
temas sociales, políticos y literarios. Con Carmen Clemente Travieso asumió la
responsabilidad de publicar una página semanal no exclusivamente de temas
femeninos, sino con variadas colaboraciones, en el diario AHORA y posteriormente en Últimas
Noticias, dirigido por Kotepa Delgado, y en El Nacional.
Al evocar aquellos tiempos en un bosquejo autobiográfico
escrito hace pocos años, Josefina Ernst sentenció: “Yo asistí como
representante de Venezuela al Congreso Continental de la Juventud por la
Victoria celebrado en Méjico en plena guerra, al que asistieron representantes
de todos los países de América, incluyendo los Estados Unidos. Y a tantos años
de aquellos acontecimientos, nuestros enemigos de hoy no son otros que los
democráticos Estados Unidos de América”.
Así, sin
cortapisas y sin ataduras Josefina Ernst
deja un ejemplo de firmeza a las nuevas generaciones.
Aparte de su
labor como traductora de inglés, fue Josefina una acuciosa lectora y en los
últimos años de su vida propuso la creación de una biblioteca circulante que
llevó su nombre por sugerencia de sus compañeros y de su esposo, el fallecido
humorista Aureliano González.
Extrañaremos
su alegría y su transparencia vital.